Base del conflicto
La maternidad es un tema central para las mujeres. La institucionalización social de la maternidad convierte a la experiencia también en un asunto que puede llegar a ser degradante, debilitante y doloroso en detrimento no sólo de las mujeres, sino también de los niños y los hombres involucrados en el proceso. Hoy la gran discusión en torno a la maternidad se centra en la elección.
Posición "por la libre elección"
La maternidad y sus repercusiones pueden plasmarse en la idea de que rebelarse contra la maternidad es también una forma de rebelarse contra la sociedad. El hecho de que una hembra sea la portadora de un huevo no la convierte en madre. Los conceptos de madre y padre aparecen cuando se presentan ciertas formas de cuidado hacia las crías, pero se trata de conceptos más producto de un proceso social y cultural, que de uno natural. A pesar del conjunto de predisposiciones culturales en torno a la maternidad, el número de mujeres que tienen sentimientos de ambigüedad, insatisfacción, miedo, resentimiento y coraje acerca de esta experiencia es numeroso. En la historia sobran los ejemplos de abandono, abuso y maltrato ejercidos por las madres hacia sus hijos; como tampoco es nuevo el aborto. Históricamente, han sido las mujeres y las comunidades de mujeres quienes han inventado una gran cantidad de métodos para evitar y, en su caso, deshacerse de los embarazos no deseados. El hecho central para la reflexión. No importa lo que se diga ni importa que se prohíba; las mujeres, cuando así lo deciden, utilizan métodos contraceptivos y abortan. Las mujeres abortan y esto es lo importante. Es esta decisión la que socialmente debería ser tomada en cuenta, ya que se trata de una decisión individual, personal, que se convierte en un problema social, en un grave problema de salud pública, cuando se practica fuera de los márgenes de la ley y en la clandestinidad. Ese huevo que porta en su vientre la hembra no puede considerarse exclusivamente suyo, ya que su generación requirió indefectiblemente de células del macho responsable, padre de esa criatura, quien legalmente tiene sus obligaciones con el nuevo ser, ya sea que nazca o no.
Posición "prohibicionista"
Ésta posición se centra en los siguientes aspectos: -El nuevo ser, desde su concepción posee un ADN único, el cual nunca se repetirá en toda la historia de la humanidad, y por lo tanto es un ser único que goza de derechos por tal condición. -Para legalizar el aborto se ha utilizado el término de la "viabilidad" del feto. Éste fue definido en el caso de Roe vs Wade (el cual legalizó el aborto en los EEUU) como "la capacidad del feto de sobrevivir fuera del vientre materno". De ésta manera, se dijo que si un feto no podía sobrevivir fuera del vientre, podía ser abortado. Sin embargo, esta viabilidad ha cambiado paulatinamente a los avances de la medicina. En el 1900 ésta llegaba a las 30 semanas de gestación, para el 1950 se redujo a las 25 semanas y en nuestros días hay un caso de sobrevida leugod e un nacimiento en la semana 20, 2 casos en la semana 21 y dos casos en la semana 22, los cuales gozan todos de buena salud. La viabilidad cambia con el tiempo, permitiendo la sobrevida a cada vez más bebés, pero no por eso los bebés cambian, y sin embargo serán abortados hoy bebés que con el tiempo podrían sobrevivir, sobre todo al lograr el utero artificial que permita la sobrevida en cualquier edad. Referencias:
La maternidad es un tema central para las mujeres. La institucionalización social de la maternidad convierte a la experiencia también en un asunto que puede llegar a ser degradante, debilitante y doloroso en detrimento no sólo de las mujeres, sino también de los niños y los hombres involucrados en el proceso. Hoy la gran discusión en torno a la maternidad se centra en la elección.
Posición "por la libre elección"
La maternidad y sus repercusiones pueden plasmarse en la idea de que rebelarse contra la maternidad es también una forma de rebelarse contra la sociedad. El hecho de que una hembra sea la portadora de un huevo no la convierte en madre. Los conceptos de madre y padre aparecen cuando se presentan ciertas formas de cuidado hacia las crías, pero se trata de conceptos más producto de un proceso social y cultural, que de uno natural. A pesar del conjunto de predisposiciones culturales en torno a la maternidad, el número de mujeres que tienen sentimientos de ambigüedad, insatisfacción, miedo, resentimiento y coraje acerca de esta experiencia es numeroso. En la historia sobran los ejemplos de abandono, abuso y maltrato ejercidos por las madres hacia sus hijos; como tampoco es nuevo el aborto. Históricamente, han sido las mujeres y las comunidades de mujeres quienes han inventado una gran cantidad de métodos para evitar y, en su caso, deshacerse de los embarazos no deseados. El hecho central para la reflexión. No importa lo que se diga ni importa que se prohíba; las mujeres, cuando así lo deciden, utilizan métodos contraceptivos y abortan. Las mujeres abortan y esto es lo importante. Es esta decisión la que socialmente debería ser tomada en cuenta, ya que se trata de una decisión individual, personal, que se convierte en un problema social, en un grave problema de salud pública, cuando se practica fuera de los márgenes de la ley y en la clandestinidad. Ese huevo que porta en su vientre la hembra no puede considerarse exclusivamente suyo, ya que su generación requirió indefectiblemente de células del macho responsable, padre de esa criatura, quien legalmente tiene sus obligaciones con el nuevo ser, ya sea que nazca o no.
Posición "prohibicionista"
Ésta posición se centra en los siguientes aspectos: -El nuevo ser, desde su concepción posee un ADN único, el cual nunca se repetirá en toda la historia de la humanidad, y por lo tanto es un ser único que goza de derechos por tal condición. -Para legalizar el aborto se ha utilizado el término de la "viabilidad" del feto. Éste fue definido en el caso de Roe vs Wade (el cual legalizó el aborto en los EEUU) como "la capacidad del feto de sobrevivir fuera del vientre materno". De ésta manera, se dijo que si un feto no podía sobrevivir fuera del vientre, podía ser abortado. Sin embargo, esta viabilidad ha cambiado paulatinamente a los avances de la medicina. En el 1900 ésta llegaba a las 30 semanas de gestación, para el 1950 se redujo a las 25 semanas y en nuestros días hay un caso de sobrevida leugod e un nacimiento en la semana 20, 2 casos en la semana 21 y dos casos en la semana 22, los cuales gozan todos de buena salud. La viabilidad cambia con el tiempo, permitiendo la sobrevida a cada vez más bebés, pero no por eso los bebés cambian, y sin embargo serán abortados hoy bebés que con el tiempo podrían sobrevivir, sobre todo al lograr el utero artificial que permita la sobrevida en cualquier edad. Referencias:
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