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sábado, junio 02, 2012

Museo de la anticoncepción y del aborto celebra aniversario

El único museo del mundo dedicado a la historia del aborto y la anticoncepción celebra esta semana su quinto aniversario en Viena, donde ha acogido desde 2007 a más de 20.000 visitantes.

“Contamos la historia de lo difícil que fue para el ser humano aprender cómo separar la sexualidad de la fertilidad”, cuenta a EFE el director y fundador del museo, Christian Fiala.

La “fertilidad natural” significa para una mujer unos 15 embarazos a lo largo de su vida, con hasta diez partos, recuerda el médico, lo que durante generaciones se ha tratado de evitar a toda costa, con métodos que hoy parecen ingenuos y hasta absurdos.

Intestinos de cabra y vejigas de pez como condones primitivos, excrementos de cocodrilos para determinar si una mujer está embarazada, medios limones introducidos en la boca del útero para evitar el acceso de los espermatozoides, son algunos de los métodos anticonceptivos -expuestos o relatados en una de las dos salas del museo- usados por mujeres y hombres durante cientos de años antes de llegar a la segunda parte del siglo XX.

Sólo fue después de la Segunda Guerra Mundial cuando la ciencia logró hacer realidad lo que el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud, calificó hace unos cien años como “el sueño de la humanidad”: poder separar la sexualidad de la fertilidad. “Hemos alcanzado este sueño. Pero sólo si usamos anticonceptivos fiables en todos los actos sexuales. Esto es lo que debemos enseñar a los jóvenes, para que aprendan cómo protegerse”, explica Fiala sobre el objetivo de su museo.

Situada en la primera planta de una casa de viviendas en un barrio obrero de Viena este pequeño museo fue galardonado en 2010 por el “Foro Europeo de Museos” por su éxito a la hora de trasmitir “los contenidos y valores de un museo a la ciudadanía”.

Cada mes se realizan decenas de visitas guiadas que duran unos 90 minutos y van dirigidas al público en general pero especialmente a estudiantes, a médicos y personal sanitario. No obstante, este pequeño museo -de apenas 100 metros cuadrados- se enfrenta a fuertes y persistentes críticas por parte de los sectores más conservadores de Austria, cuenta el director.

El aborto

El motivo: la segunda sala pasa revista a las diferentes técnicas usadas cuando la interrupción del parto era ilegal, como las agujas de coser y otros artefactos, usados hasta hoy en gran parte del mundo donde el aborto sigue siendo ilegal.

El museo también quiere informar y concienciar al público sobre los riesgos y peligros de los abortos clandestinos.

En ningún caso quiere promover el aborto como un método anticonceptivo, aunque lo considera como “una última salida”, dice Fiala, al asegura que hoy en día existen “métodos muy seguros para interrumpir un embarazo”.

El médico es especialmente crítico con el papel jugado por la Iglesia Católica, las monarquías y las dictaduras, que durante siglos han impuesto restricciones a la anticoncepción y el aborto, por razones morales o simplemente para aumentar la población.

Fiala, quien dirige una clínica de aborto, destaca en ese contexto la influencia que han tenido potencias coloniales como España y el Reino Unido en América Latina, África y Asia, donde hasta ahora se mantienen leyes muy estrictas sobre el aborto.

“Hace 50 años muchos de los países europeos han legalizado el aborto porque quieren salvar las vidas de su población femenina”, dice el director del museo.

Visitas virtuales
Web El museo del Aborto y la Anticoncepción de Viena puede ser visitado de forma virtual en www.muvs.org, donde relata en alemán e inglés el pasado y el presente de este aspecto tan íntimo de nuestras vidas.


Riesgo En la mayor parte de América Latina el aborto está penalizado, incluso en el caso de violaciones e incesto, lo que obliga cada año a millones de mujeres a interrumpir embarazos no deseados de forma clandestina, lo que conlleva graves riesgos.

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