INTRODUCCIÓN
La conquista está marcada por la sistemática estrategia de imposición de valores, creencias, mitos y cultura en general, bajo la suposición de que la “civilización” traída por ellos era la verdadera y lo demás no pasaba de mero salvajismo e idolatria.
ORIGEN
La concepción del alma manejada por el imperio Incaico, en realidad había sido ya concebida hace mucho tiempo por “el hombre andocosteño” que creía que el alma, del tamaño de una mosca, volaba del cuerpo del difunto y se la recogía, al cabo de cinco días, para honrarla y alimentarla en piedrecillas que existían en la montaña. Luego retornaba a la montaña Pariaqapa para reposar en una mansión del mismo nombre.
Posteriormente esta concepción del alma que en quechua tiene el nombre de nuna fue asimilada por el Incario que la existencia de mundos paralelos y es precisamente en uno de ellos, el ukhu pacha (mundo subterráneo) donde moraban las nunas. Para los Incas el alma ya no deambulaba durante cinco días sino que al desprenderse del cuerpo estaba lista para ingresar al ukhu pacha. En su nuevo hogar las almas peregrinaban recorriendo a la inversa el ciclo vital.
Durante los primeros días que seguían a la muerte, los parientes andaban en busca de alguna señal de su presencia pues se sabía que las nunas nostálgicas, ellas recorrían los lugares que solían frecuentar en vida. Al contrario, a los enemigos del difunto les tocaba vivir en medio ( y en miedo) de la duda que el alma regrese a causarles algún mal, temor que por cierto solía aumentar con la llegada de la noche.
Luego de un tiempo las almas sólo regresaban cada año ya que su peregrinaje por el mundo subterráneo les provocaba hambre y sed que sólo podían saciarlas en noviembre, en la fiesta de los difuntos, cuando los deudos dejaban en sus tumbas abundante comida y bebida como para sobrellevar otro año de andares lejos de casa. Al contrario de algunas conjeturas, sostiene Lara, no existe similitud entre el ukhu pacha y el infierno de los cristianos pues no hay indicios de que la idea de premio y castigo en la otra vida existiera en la cultura andina.
Por el contrario, se sabe que el ukhu pacha es lugar común para todas las almas y, por lo visto anteriormente, la concepción misma de la dualidad en este caso la no existencia del bien sin el mal nos hace pensar que el mundo de los muertos estaba muy lejos de ser similar al infierno
SENTIDO Y SIGNIFICADO
EXPRESION CULTURAL
EL MUNDO DE LOS MUERTOS
La división que se presenta en la concepción andina no es propia del mundo en que se vive pues, además de “este” mundo, existe un mundo paralelo en el cual los que lo habitan nacen viejos y mueren jóvenes. Un “mundo al revés” “otra nación” donde el sol va en sentido inverso(de oeste a este) y por tanto el hurin se ubica al norte que ahora está a la izquierda y el hanam al sur que está a la derecha, esto hace que lo dominante pase al lado izquierdo y lo dominado al derecho. Este mundo en el cual el hurim domina al hanam es el mundo de los muertos.
Aquí se desvela una de las características más importantes de la cosmovisión andina: la presencia de los opuestos. No hay en toda esta concepción cultural un elemento que exista de por sí sin que se complemente con su opuesto. Tanto el hanam como el hurim son, a la vez opuestos y complementarios.
Desde esta dialéctica de lo opuesto, la cultura andina se ha movido hasta nuestros días. Se trata de una organización social estrechamente relacionada con la tierra y sus formas rituales, que los occidentales consideraron “supersticiosas” estas formas rituales tienen una fundamentación y esto es lo interesante que no parten de elaboraciones conceptuales abstractas sino de un respeto por la naturaleza.
El hecho de creer, en el caso del culto de los muertos, que los difuntos merecen una celebración específica ya que pueden influir en la actividad. A partir de esa relación ecológica se encuentra el fundamento de una cultura distinta a la occidental.
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