El rostro blanco, la nariz roja, los ojos grandes, el pelo abultado de colores y una sonrisa gigante. Además grita, salta, es revoltoso y viste raro. A veces, los payasos, en lugar de entretener, asustan a los niños más pequeños sin mucho esfuerzo. Puede tratarse desde un temor pasajero hasta convertirse en un verdadero problema con la coulrofobia.
La coulrofobia es la fobia o miedo irracional que afecta especialmente a los niños pequeños, aunque puede aparecer en adolescentes y adultos.
“Mi hijo cumplió dos años y decidimos hacer una fiesta con piñata, pastel y payasos. Cuando el payaso se presentó para animar la fiesta, mi hijo se asustó mucho y no dejó de llorar. Ahora le tiene miedo a todo lo que tenga que ver con fiestas infantiles”, cuenta Sandra, una mamá afligida.
Según el psicólogo Alexis Olivares, lo que más aterroriza de los payasos es el maquillaje excesivo, que está acompañado de una nariz roja y un extraño del cabello, que les permite ocultar su identidad.
Según el especialista, lo aconsejable es explicarle al pequeño desde muy chico que hay ocasiones en que las personas se disfrazan por alguna razón, como por ejemplo para divertirlos. “Muéstrale fotos, dibujos, imágenes desde el inicio para que no pase una mala experiencia de ver a un payaso de repente y esto le cause un mal efecto que además le dure un buen tiempo”, explica.
Enfrentar el miedo
La primera vez que tu niño tenga en frente a este personaje, pídele al payaso que se le acerque muy despacio, que sea amable, que no finja su voz y, si es posible, que se quite la peluca con delicadeza, para mostrarle su identidad real.
Los afectados a menudo adquieren este miedo después de haber tenido alguna mala experiencia, como que el disfraz sea aterrador, que el payaso se haya portado torpe o que el pequeño haya visto un retrato siniestro en medios audiovisuales, en películas como It, Zombieland, Batman.
“Que el niño tenga una reacción tranquila depende mucho de la formación que le des. Por ejemplo, muéstrale pinturas, juega con él a pintarle y pintarte el rostro, a hablar de manera graciosa, así como a utilizar ropa ancha y de colores”, aconseja Olivares. El niño debe comprender que este personaje sólo quiere divertirlo.
Monstruo
Lo que es gracioso para los adultos y niños mayores, con seguridad no lo es para un pequeño. A los ojos del bebé es posible que ese “payaso gracioso” sea visto cómo un “feo monstruo”. Así que piensa bien cómo hacer para presentarle uno a tu pequeño.
Maquillaje
Para que el niño le pierda el miedo al payaso, siempre que sepas que tu hijo tendrá contacto con este personaje, procura que se maquille delante suyo. Si logras que además juegue y hable con tu bebé y se deje manchar un poco la carita con los colores del maquillaje no tendrá por qué sentir temor.
Prepáralo
El papá o la mamá puede pintarse de payaso (a) frente al niño y jugar a la fiesta de cumpleaños. Como el payaso es bullicioso, pueden también comprar espantasuegras, algunos pitos, sombrerito, globos y piñatas para acostumbrarlo a este tipo de eventos
No hay comentarios.:
Publicar un comentario