Las autoridades sanitarias de Shangái abrieron una investigación tras haber recibido varias denuncias sobre algunos huevos de gallina que, al ser hervidos, la yema y la clara se endurecen tanto que pueden ser usados como pelotas de tenis.
La información fue difundida ayer en el diario Shangai Daily, según la cual estos “huevos de goma” ya se venden en negocios en distintas provincias chinas desde hace algunas semanas.
Expertos del Ministerio de Salud se muestran desconcertados. Aunque el aluvión de denuncias recibidas en esa dependencia los decidió a iniciar una investigación minuciosa.
La medida apunta a calmar la ansiedad de los consumidores en todo el país, alarmados porque diversos medios de prensa dan cuenta del fenómeno. Muchas personas manifestaron su preocupación por la posibilidad de estar comprando huevos artificiales hechos por comerciantes con pocos escrúpulos, motivados por las ganancias que puede acarrear el boom.
Algunos expertos en alimentos, consultados por la prensa, expresaron, sin embargo, que existe la posibilidad de que los huevos sean naturales. Sus características inusuales pueden estar relacionadas con niveles excesivos de un compuesto llamado gosipol.
Una sustancia
Cuando las gallinas ponedoras comen alimentos enriquecidos con esa sustancia, ésta se adhiere a las proteínas en las yemas de los huevos. Según los investigadores es normal hallar gosipol en los residuos de las semillas de algodón, que se añaden a los alimentos para gallinas como una fuente extra de proteína. Y, lo más probable, es que en este caso se trate de la presencia de altas dosis de ese compuesto.
El consumo desproporcionado, sin embargo, puede llegar a suprimir la actividad del esperma. Por esa razón el gosipol fue probado en la elaboración de anticonceptivos orales masculinos en distintos países.
Uso anticonceptivo
China es uno de los pioneros. En 1929, una investigación en Jiangxi mostró una correlación directa entre la baja fertilidad masculina y el uso del aceite de algodón para cocinar. Esa propiedad fue atribuida al gosipol.
Ya en la década de los años 70, el Gobierno chino comenzó a investigar el uso del gosipol como anticonceptivo: esos estudios involucraron a 10.000 hombres y se extendieron hasta los años 80.
Vale recordar que en China rige, desde 1979, una medida de control de la población que establece que las parejas pueden tener un solo hijo, conocida como “política del hijo único”. China, el país más poblado del mundo, alberga la quinta parte de la población mundial.
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