En su colegio lo llaman el "niño magneto" porque todo se le pega al cuerpo. Paulo David Amorin, un niño de 11 años del pequeño pueblo de Mossoró en el noreste de Brasil, parece tener extrañas propiedades magnéticas, reporta BBC.
Su padre, Junior, hizo una demostración ante las cámaras de la Tv local, colocando cubiertos, teléfonos celulares, controles remotos y hasta ollas de cocina que quedaban adheridas a la piel del pequeño.
Junior explica que descubrieron el magnetismo de Paulo un día que le pidió unos cubiertos y "para mi sorpresa, venían pegados" a su piel. Aunque los médicos que han sido consultados no logran explicar el fenómeno y aseguran nunca haber visto un caso similar, estiman que la salud del niño no corre peligro.
"Podemos ver que hay cierta adhesividad. Que él logra hacer que los objetos se peguen a su cuerpo, algunos de ellos muy pesados, pero no es algo completamente fuera de lo ordinario", aseguró el Dr. Dix-Sept Rosado Sobrinho. Mientras tanto, en el colegio, Paulo se ha convertido en un celebridad y al mismo tiempo en un curiosidad.
A principios de año, el diario británico The Daily Mail y la televisora de EEUU MSNBC entrevistaron a un niño serbio de siete años, de nombre Bogdan, quien exhibía las mismas propiedades adhesivas.
Sin embargo, algunos científicos aclaran que, pese a lo que muestren este tipo de imágenes, nadie ha demostrado tener propiedades magnéticas, es decir, la capacidad de atraer metales como un imán.
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