Una de sus azafatas ha de ser mujer, soltera, joven (máximo: 25 años) y no tener gafas ni cicatrices. Eso no basta: también tiene que ser alta, lucir piernas rectas, buena relación peso/altura, voz dulce y manos suaves.
Más que un cásting de azafatas, parece un cásting de Hollywood. Además de estos requisitos, un "jurado" médico realiza un examen de aptitudes físicas que las candidatas tienen que pasar con una sonrisa permanente en la boca.
A pesar de todo, miles de adolescentes esperan con ansiedad cada oportunidad para conseguir el trabajo de sus sueños.
CODICIADO Para la mayoría de la población china se trata de un trabajo muy bien considerado socialmente. Lo relacionan con el glamour, el dinero y el ambiente internacional. Además, el impresionante crecimiento económico del país hace que se abran cada vez más rutas aéreas.
En realidad, la cosa no es tan idílica como la pintan. El trabajo de las azafatas exige limpiar los aseos, trabajar a destajo y soportar pasajeros insufribles.
GROSEROS El blog Diario del Viajero, muy atento al gigante asiático, se hizo eco de una encuesta canadiense que revelaba que los turistas chinos eran los más groseros del mundo. Afirmaba que eran habituales actitudes como escupir en sitios públicos, fumar en zonas prohibidas o deambular sin camisa ni zapatos por los hoteles. A esto se enfrentan también las sufridas azafatas.
LÍMITES En un amplio reportaje de Global Times China se señala que en la mayoría de países del mundo las condiciones de acesso a este trabajo se considerarían discriminatorias. También se recoge que un número creciente de jóvenes azafatas renuncian al empleo poco después de obtenerlo, dadas las duras condiciones laborales. En todo caso, las leoninas condiciones van cediendo poco a poco. Hace cinco años el límite de edad máxima para enrrolarse era 22 años, recientemente fue ampliado hasta 25.
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